Un tour con polacos.
Ayer fué un día
lleno de nuevas experiencias, un viaje lleno de sorpresas.
Mi servicio
comenzaba a las 2:30 p.m. en la compañía de barcos donde trabajo pero no me
esperaba los clientes que tendríamos.
Pasabocas y bebidas:
Llegué como de
isólito pensando que tenía que ocuparme de recibirlos en nuestra primera sede
de Amsterdam, cuando me informaron que debía comprar hielo porque teníamos un
grupo de turistas especial. Entre las cosas de repartir en el barco ofrecemos
quesos típicos de los Países Bajos, vinos, bebidas frisantes y pasabocas pero
esta véz también teníamos entre las bebidas alcohólicas el Whisky, pensé... “whisky”?,
cierto el whisky es una bebida costosa, pensé, pero la verdad es que cuando ví
llegar el grupo de turistas que llevaríamos entendí porque esta bebida, este
era un grupo de turistas de Polonia, ciertamente en Polonia el Whisky es una
bebida muy apetecida.
El Capitán:
El capitán que
llevaría el barco era Joost, uno de nuestros capitanes más simpáticos, desde
que llegué a trabajar aquí siempre me ha regalado una sonrisa y ha estado
siempre muy expontáneo.
Comenzé a
preparar todo para el viaje que teníamos que hacer, un recorrido de casi dos
horas para ver la ciudad de Amsterdam y sus canales.
Guías:
El grupo era
acompañado por una guía mujer, pienso de origen neerlandés, ella se ocupó de contarnos
durante todo el viaje las bellezas de la ciudad, su historia y costumbres en
inglés, mientrás que un colega suyo hombre lo hacía en polaco.
Los clientes:
Me refirieron que
no ofreciera muchas bebidas alcohólicas porque estos viajeros debían abordar el
aeropuerto después del tour en barco y preferían estar muy lúcidos.
Comenzamos el tour
y mientras los delegados hablaban al micrófono, me encargaba de distribuír las
bebidas, los clientes que viajaban me parecían personas agradables y dispuestas
a escuchar la explicación, he tenido otros viajes donde los clientes no escuchan
para nada al orador, este grupo en cambio me parecía muy educado en este
sentido. Me pedían Whisky, Coca Cola, agua, etc.
La comida:
En un momento del
viaje nos detuvimos para recoger la comida, donde venían pasabocas exclusivos,
así que repartí nuevos pasabocas entre los clientes. Al mirarlos parecían como pequeños
bocadillos combinados con pan, mortadela y hojas de canónigos, en pequeños
tamaños. Los clientes probaban estos pasabocas, personalmente podía apreciar
que les gustaba.
Lo que más me causó
curiosidad del grupo es que eran un grupo de turistas casi todos hombres solo 2
jovenes mujeres en el grupo.
De Bitterballen:
Después de ir viajando una cierta cantidad de tiempo nos detuvimos de nuevo, para recoger en un habitual negocío uno de los pasabocas más deliciosos y emblemáticos de los neerlandeses, “Las Bitterballen” son como una especie de bocadillos típicos de la gastronomía neerlandesa hechos con carne, cebolla, sal, pimienta, perejil y enrollados como si fueran empanadas y freídos.
Recogí los
Bitterballen y los llevé al barco, los dispusé de la mejor forma para que los
clientes los probarán, pienso que fué todo un éxito pués a la mayoría gustó.
La ciudad:
Mientras
viajabamos podimos observar el centro histórico de Amsterdam, con todas sus atracciones
más conocidas como el río Amstel, el IJ, las casas flotantes, etc.
Veía como los clientes
bebían, comían, reían, escuchaban y fotografiaban las bellezas de la ciudad,
muy concentrados en lo que observaban y escuchaban.
Nuestro viaje
duró más o menos dos horas y cuando llegamos a la final del viaje, saludabamos
a los clientes deseandoles un buen viaje de regreso a su país de origen.
Agradecimientos:
Recibimos
bastante propina en dinero pólaco, además de bastantes agradecimientos.
Puede decir que
fué un excelente viaje.
“
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