Un mercado vacío
El día amanece muy claro, un sol destellante, que invita a hacer una salida al mercado.
Los mercados son lugares muy interesantes, allí puedes encontrar tantos objetos útiles, innovativos, o necesarios pero al mismo tiempo puedes encontrar precíos muy cómodos o muchas "gangas", sobretodo en estos momentos de grande depresión económica, causada por el Corona virus.
Me dirijo al mercado con grande curiosidad, quiero ver que "maravillas" tienen hoy,
el más cercano a casa mia es el Lapjesmarkt y abre todos los lunes de las 9 a.m. a la 1 p.m.,
por lo cuál es muy importante ir temprano ya que solo abre media jornada, si llegas demasiado
tarde talvéz puedas perderte de apreciar parte de su magía, colorido y diversidad.
El mercado también puede ser un lugar de diversión o un lugar muy cultural, hay algo que quiero resaltar y es que en Amsterdam son muy visitados no solo por sus mismos habitantes sino también por los turistas o por aquellas personas que se encuentran de visita en la ciudad. El mercado que voy a visitar se encuentra en la calle Weterstraat, terminando en la plaza Noordermarkt, allí se encuentra también la iglesia Noorderkerk, una iglesia protestante.
Me quedé asombrada al ver el mercado reducido, antes eran dos filas a lado y lado de la calle con puestos de ventas, hoy solamente una fila al centro. Me quedé al comienzo para apreciar "fantasía" aretes, collares, manillas, todo muy étnico o alternativo. Continuo a caminar y no veo la habitual concurrencia de otros tiempos, mi impresión es de una persona que no cree lo que esta viendo,
"No es el mercado al que estoy habituada", el uso de la mascarilla y la distancia social se hacen evidentes, recuerdo que no podemos subestimar la potencia de este virus pero sus consecuencias sociales y económicas son más que notorias, no hay afluencia y seguramente aquel sabor de autóctono, de auténtico o de interno que el mercado me podía ofrecer, hoy no lo voy a encontrar.
Continuo a caminar hasta llegar a la plaza Noordermarkt al final de la calle, allí decido ir a visitar la iglesia Noorderkerk (la iglesia del Norte), una iglesia protestante del siglo XVII, pero lástimosamente por cuestiones del Corona virus no está abierta al público, pude solamente apreciar la parte externa de la iglesia desde el mercado.
Mientras fotografiaba la iglesia, me encuentro con una estatua al centro de la plaza, es la estatua "Eenheid de sterkste keten" (la cadena más fuerte es la unidad), una escultura de tres mujeres unidas y conectadas, Esta estatua simboliza a aquellas mujeres que se unieron contra las médidas de Colijn en el 1934, médidas que contribuyeron a los disturbios originados en ese mismo año, en el barrio el Jordán, barrio donde se encuentra el mercado que estoy visitando. Como vez el mercado me ha llevado a conocer parte de la historia de Amsterdam.
Entre las cosas que me llaman la atención, un puesto con objetos vintage, disfrazes para el teatro a muy buenos precios, llegan a mi mente en aquel momento escenas de obras memorables de la historia teatral y del arte escénica mientras observo y clasifico el material que allí encuentro.
Continuo a caminar y me encuentro repentinamente en medio a la gente y a las mesas de un restaurante de la plaza que se encuentran ocupadas y es allí donde comienzo a comprender la necesidad que tenemos en este momento de mantenernos positivos, en mi cabeza circulan frases como "vendrán tiempos mejores" , ''al mal tiempo, buena cara" o "después de la tempestad
viene la calma"
Los mercados son lugares muy interesantes, allí puedes encontrar tantos objetos útiles, innovativos, o necesarios pero al mismo tiempo puedes encontrar precíos muy cómodos o muchas "gangas", sobretodo en estos momentos de grande depresión económica, causada por el Corona virus.
Me dirijo al mercado con grande curiosidad, quiero ver que "maravillas" tienen hoy,
el más cercano a casa mia es el Lapjesmarkt y abre todos los lunes de las 9 a.m. a la 1 p.m.,
por lo cuál es muy importante ir temprano ya que solo abre media jornada, si llegas demasiado
tarde talvéz puedas perderte de apreciar parte de su magía, colorido y diversidad.
El mercado también puede ser un lugar de diversión o un lugar muy cultural, hay algo que quiero resaltar y es que en Amsterdam son muy visitados no solo por sus mismos habitantes sino también por los turistas o por aquellas personas que se encuentran de visita en la ciudad. El mercado que voy a visitar se encuentra en la calle Weterstraat, terminando en la plaza Noordermarkt, allí se encuentra también la iglesia Noorderkerk, una iglesia protestante.
Me quedé asombrada al ver el mercado reducido, antes eran dos filas a lado y lado de la calle con puestos de ventas, hoy solamente una fila al centro. Me quedé al comienzo para apreciar "fantasía" aretes, collares, manillas, todo muy étnico o alternativo. Continuo a caminar y no veo la habitual concurrencia de otros tiempos, mi impresión es de una persona que no cree lo que esta viendo,
"No es el mercado al que estoy habituada", el uso de la mascarilla y la distancia social se hacen evidentes, recuerdo que no podemos subestimar la potencia de este virus pero sus consecuencias sociales y económicas son más que notorias, no hay afluencia y seguramente aquel sabor de autóctono, de auténtico o de interno que el mercado me podía ofrecer, hoy no lo voy a encontrar.
Continuo a caminar hasta llegar a la plaza Noordermarkt al final de la calle, allí decido ir a visitar la iglesia Noorderkerk (la iglesia del Norte), una iglesia protestante del siglo XVII, pero lástimosamente por cuestiones del Corona virus no está abierta al público, pude solamente apreciar la parte externa de la iglesia desde el mercado.
Mientras fotografiaba la iglesia, me encuentro con una estatua al centro de la plaza, es la estatua "Eenheid de sterkste keten" (la cadena más fuerte es la unidad), una escultura de tres mujeres unidas y conectadas, Esta estatua simboliza a aquellas mujeres que se unieron contra las médidas de Colijn en el 1934, médidas que contribuyeron a los disturbios originados en ese mismo año, en el barrio el Jordán, barrio donde se encuentra el mercado que estoy visitando. Como vez el mercado me ha llevado a conocer parte de la historia de Amsterdam.
Entre las cosas que me llaman la atención, un puesto con objetos vintage, disfrazes para el teatro a muy buenos precios, llegan a mi mente en aquel momento escenas de obras memorables de la historia teatral y del arte escénica mientras observo y clasifico el material que allí encuentro.
Continuo a caminar y me encuentro repentinamente en medio a la gente y a las mesas de un restaurante de la plaza que se encuentran ocupadas y es allí donde comienzo a comprender la necesidad que tenemos en este momento de mantenernos positivos, en mi cabeza circulan frases como "vendrán tiempos mejores" , ''al mal tiempo, buena cara" o "después de la tempestad
viene la calma"








Comentarios
Publicar un comentario